¿Debo decirle a mi hijo que es adoptado?

El proceso más difícil después de unos años de relación y convivencia, es decirle a un niños su verdadero origen: que es un niño adoptado. Hecho que se recomienda expresar desde el primer momento en que llega a nuestras vidas y a formar parte del ambiente familiar.

A través de cuentos que hablan sobre el tema y mensajes como “este hijo de mi corazón”, no naciste de mi cuerpo, no estuviste dentro de mí pero siempre estuviste en mi corazón. Entre otros mensajes que el niño acogerá y aceptara su situación personal concientizando que son sus padres las personas que lo han cuidado y le han brindado amor, cobijo y seguridad.

Mientras más temprano iniciemos con esta actitud, más fácilmente el niño internalizara su verdadero origen aceptando con naturalidad y espontaneidad. Se recomienda hacerlo antes de los 7 años de edad.

Generalmente los padres adoptivos sienten temor a ser rechazados o a que el niño se quiera ir con su familia biológica, más sin embargo esto no sucede así cuando los adultos asumimos una conducta asertiva y segura y expresamos sucesivamente la información al niño él la maneja de manera natural como parte de su propia historia, estrechando los lazos afectivos con sus padres hermanos y familiares.

Nunca se le debe decir al niño que fue rechazado, abandonado, no aceptado por sus padres biológicos, lo más sano es informarle que ellos (los padres adoptivos) “lo desearon y lo buscaron hasta que él llegó a sus brazos”. Toda esta información debe ir acompañada de expresiones de afecto. Así mismo se debe responder en forma sincera pero general a las interrogantes que el niño exprese.

Finalmente, lo mejor que pueden hacer los padres es asesorase por expertos en el área de salud, tanto psicólogos como psiquiatras, manteniendo un apoyo constante que los oriente de forma individual dependiendo de las condiciones específicas de cada caso.